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Colaboración con Unidad E.I.P.U.S.

Me es grato informar de la colaboración conjunta con un gran grupo de investigadores de fenómenos paranormales como es la unidad eipus,de la cual me siento orgullosa de ser amiga y de los cuales se podrán ver vídeos de su canal aquí en mi blog,de los cuales estoy suscrita a través de su canal de youtube y del que recomiendo que vean :
https://www.youtube.com/channel/UCagFN_XbuDKORF4chsGUzrw
Creo que les va a gustar esta colaboración,ya que de esta forma será un medio escrito-audiovisual.

sábado, 15 de diciembre de 2012

LA LLORONA.



La leyenda de la llorona es 100% y orgullosamente mexicana, que ha prevalecido de generación en generación desde la época de la colonia hasta nuestros días, el origen de los hechos de esta leyenda es desconocido y con el pasar del tiempo se van cambiando las versiones, pero todas coinciden en lo mismo; “una mujer de vestido blanco que vaga por las orillas de los ríos y los cementerios, llorando su condena por haber cometido el peor de los pecados”.

La víspera de la conquista de México-Tenochtitlán por Hernán Cortés y su ejército español, estuvo plagada de presagios que Miguel León Portilla enumera en el libro "Visión de los vencidos". Basado en códices y memorias de ese periodo, Portilla describe a una mujer, a quien los mexicanos llamaron Cihuacóatl (mujer serpiente), que deambulaba entre los templos de la gran capital mexicana anunciando una tragedia y gritando lastimeramente: " ¡Ay mis hijos, ya se acerca la hora de irnos, ay mis hijos, ¿a dónde os llevaré? !".

Sin embargo, fué en el periodo colonial, cuando la leyenda de la Llorona cobró la fuerza necesaria para filtrarse en la idiosincrasia mexicana, aunque hay un sinfín de versiones sobre el origen de su macabro y desgarrador llanto, aquí detallamos la más difundida:


Todas las noches a las once, cuando en la capital de la Nueva España sonaba el toque de queda, los habitantes se encerraban en sus casas a piedra y lodo. Las calles quedaban desiertas. Entonces, la oscuridad y el silencio se rasgaban con los largos y dolorosos lamentos de una mujer. "¡Ay, mis hijos! ", repetía monótonamente, estremeciendo los corazones de los más valientes.


Quienes se atrevían a asomarse, alcanzaban a ver la silueta de una mujer vestida de blanco, que flotaba sobre el empedrado de las calles y se detenía en la Plaza Mayor de la ciudad,luego, la fantasmal figura se encaminaba a los rumbos del lago de Texcoco, donde desaparecía con los primeros rayos del alba.

¿Quién era esta mujer cuyo rostro no se distinguía? ¿Por qué lloraba tan lastimosamente? Se cuenta que hubo una hermosa mujer indígena que se enamoró profundamente de un caballero español.

Éste sentía una gran pasión por ella, pero era muy mal visto que un noble se relacionara con una indígena, así que mantuvo en secreto sus amores con ella. Nacieron tres hermosos hijos que la madre adoraba y cuidaba incansablemente.

Al cabo del tiempo, la mujer buscó formalizar su relación con el caballero, quien comenzó a esquivarla. Pronto ella supo que él ya había acordado un conveniente matrimonio con una adinerada dama española. Humillada por el hombre que tanto amaba, la mujer enloqueció y ahogó a sus tres hijos en un río.


Después se suicidó. Ante las puertas del cielo, se le preguntó a la mujer por sus pequeños. "No sé dónde están, mi Señor", respondió ella. Así que fué condenada a buscarlos toda la eternidad.


Hay quien afirma que, en su afán por ser aceptada en el cielo, la Llorona asesina y se lleva a los primogénitos de entre 1 y 5 años de edad para presentarlos a Dios como sus hijos. Por eso la cercanía de sus lamentos es tan temida por todos.

Otras versiones aseguran que la mujer que llora todas las noches en el laberinto de edificios de la ciudad de México es la Malinche, la mujer de Hernán Cortés, a quien se le acusa de haber traicionado a su raza por el amor al conquistador.

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OTRAS VARIANTES.

" La llorona " ( versión 2 )

a principios del siglo XVII existió en la ciudad de Durango una hermosa mujer de nombre doña Susana de Leyva y Borja, cuya extraordinaria belleza tenía deslumbrados a todos los jóvenes de la ciudad que la cortejaban incesantemente y deseaban correspondencia a su amor.

La dama que rondaba los veinte abriles, era consciente de su singular hermosura y con desdén poco usado descorazonaba a sus admiradores.


Por esos años llegó a estos lugares, proveniente de la capital de la nueva españa, don Gilberto Hernández y Rubio de Martínez y Nevárez, joven apuesto y elegante, de rancio abolengo y noble linaje, caballero de la orden de Santiago y oidor del santo oficio, quien cabalgando un corcel de pura sangre, se encontró con doña Susana precisamente en la plaza mayor frente a la Catedral, lo que ahora es la plaza de armas.


Al contemplar el caballero la belleza única de doña Susana, bajó de su caballo y extendió su capa sobre el piso para que pisara sobre ella la mujer del relato.
El hecho galante y las habladurías del noble origen de don Gilberto, impresionaron a la dama que correspondió con femenil sonrisa a la gallarda acción del joven pretendiente.


El noviazgo se formalizó entre ellos , pero al saberlo Don Pedro de Leyva y Quirino, padre de la muchacha, la reprendió severamente prohibiéndole de manera terminante toda pretensión de matrimonio con un hombre español de sangre pura. Aunque la joven exigió las razones de tal prohibición, Don Pedro se concretó a contestar:

- No tengo por qué darte explicaciones ni se las daré a nadie, simplemente es una orden que debes cumplir.

Doña Susana se encontraba perdidamente enamorada de don Gilberto, razón por la que optó por huir en brazos de su amado una noche oscura y lluviosa.


                                         ( Cruce entre las actuales calles Negrete y Regato ).
En las afueras de la ciudad el enamorado improvisó una casa de campo, situada más o menos en lo que ahora es el crucero de las calles Negrete y Regato, donde estableció su nido de amor con la encantadora dama.

El tiempo pasó y pronto la pareja en concubinato procreó tres hijos que eran el encanto de la madre, quien frecuentemente le pedía al varón legalizar la unión marital para poder dar nombre sin afrenta a sus tres vástagos. Don Gilberto como única respuesta, solamente le daba un beso a la amada y le ponía en sus manos algunas monedas de oro.

Un Domingo, cuando la mujer asistía a misa al Templo mayor de la ciudad, después del evangelio escuchó correr las amonestaciones, en las que el cura con voz serena anunció:

- La noble señorita Doña Marcela Jiménez de Alanís y Ballesteros se propone contraer matrimonio con don Gilberto Hernández y Rubio de Martínez y Nevárez, caballero de la orden de Santiago y oidor del santo oficio... etc.

Doña Susana no creía lo que escuchaba, al mismo tiempo que todas las miradas de la concurrencia se concentraron en su persona y los cuchicheos en coro la señalaban burlonamente.
Al salir del templo, tomó un coche y ordenó al cochero conducirla a casa de don Gilberto, situada en ese tiempo más o menos en lo que ahora es la calle de Hidalgo entre  la calle Pino y Cinco de Febrero.


No le reclamó la traición, solamente le pidió que no la abandonara a ella por sus hijos, que siguiera sosteniendo a quienes eran de su sangre.El hombre iracundo le dijo:

- No vuelvas a cruzarte en mi camino, eres indigna de mi linaje… tú eres una mestiza… hija de una india indeseable. Tu padre hizo mal en darte el nombre que no mereces.

Le dió un golpe con la pesada bota, cuando la mujer postrada de rodillas lo abrazaba de las piernas implorándole su protección.La mujer rodó por el suelo, humillada y herida en lo más profundo de la dignidad humana.

Dos Domingos después, cuando los esponsales se realizaban con toda elegancia y solemnidad, en el preciso momento en que el sacerdote pedía a los contrayentes que manifestaran su voluntad para la unión, una dama elegante se acercó discretamente a la pareja y simulando que pretendía colocar el lazo, sepultó en repetidas ocasiones un afilado puñal sobre el pecho y espalda del novio y la novia, que cayeron pesadamente sobre el suelo, bañados en sangre.

La mujer se escurrió entre la confundida multitud, salió del Templo y enloquecida corrió por la calle hasta llegar a su casa. Tanto por el rencor del despecho, como porque sabía lo que le esperaba ante el tribunal del Santo Oficio, Doña Susana llegó a su casa, tomó a sus tres hijos y, antes de ser aprehendida por el alguacil y su gente, corrió rumbo al poniente tratando de ocultarse de la justicia.

No avanzó mucho, cuando llegó al arroyo entonces caudaloso, lo que ahora es la acequia grande, los perseguidores casi le dan alcance y en supremo intento de protesta contra las absurdas costumbres de la sociedad de la época, la mujer enloquecida degolló a sus hijos, los arrojó al arroyo y sepultándose la daga en el corazón puso fin a la quíntuple tragedia.


La ciudad entera enmudeció por lo ocurrido y, al anochecer de esa tarde de mayo en plenilunio, escuchó asombrada el aterrador lamento:

- ¡Aaaaayyy! ¡aaaaayyy! ¡miiiis hijooooos! ¡¿donde están mis hijos?! ¡aaaaayyy!

El llanto recorrió toda la calle que ahora es Negrete, y desde ese tiempo por más de dos siglos se llamó : Calle de la llorona.
Luis Sánchez Losada Cervantes.
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La llorona ( versión 3 )

De los campos a las ciudades emigran muchas jovencitas en busca de su sueño, de estudios y de tener mejores trajes y dinero para ayudar a sus familias.

Ésta como muchas llegó a la ciudad y se empleó en casa de ricos, enamorándose de su hijo el cual cruelmente la dejó embarazada y luego la despidió de su trabajo.


No habiendo más que hacer, se devolvió a su casa escondiendo su hijo bajo su delantal, lo cual no logró por mucho tiempo, su familia, apegada al cristianismo, comenzó a recriminarle su error a todas horas, creándole gran angustia.

Una noche bajo un gran aguacero corrió hacia el río y pariéndolo lo lanzó a la corriente, al ver lo que había hecho se lanzó detrás del niño gritando y llorando.


Todavía en las noches de luna después de una crecida del río, se oye el llanto de esta mujer, y se le puede ver tras el rayo de luna en el agua del río, tratando de alcanzar a su bebé.

Dicen que el señor en su gran misericordia tendrá compasión de ella y que algún día lo alcanzará, volverá a la vida y será en su reencarnación un gran hombre revolucionario de la sociedad.
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LA LLORONA ( versión 4 )

En las altas horas de la noche, cuando todo parece dormido y sólo se escuchan los gritos rudos con que los boyeros avivan la marcha lenta de sus animales, dicen los campesinos que allá, por el río, alejándose y acercándose con intérvalos, deteniéndose en los frescos remansos que sirven de aguada a los bueyes y caballos de las cercanías, una voz lastimera llama la atención de los viajeros.

Es una voz de mujer que solloza, que vaga por las márgenes del río buscando algo, algo que ha perdido y que no hallará jamás. Atemoriza a los chiquillos que han oído, contada por los labios marchitos de la abuela, la historia enternecedora de aquella mujer que vive en los potreros, interrumpiendo el silencio de la noche con su gemido eterno.

Era una pobre campesina cuya adolescencia se había deslizado en medio de la tranquilidad escuchando con agrado los pajarillos que se columpiaban alegres en las ramas de los higuerones. Abandonaba su lecho cuando el canto del gallo anunciaba la aurora y se dirigía hacia el río a traer agua con sus tinajas de barro, despertando, al pasar, a las vacas que descansaban en el camino.

Era feliz amando la naturaleza; pero una vez que llegó a la hacienda de la familia del patrón en la época de verano, la hermosa campesina pudo observar el lujo y la coquetería de las señoritas que venían de San José. Hizo la comparación entre los encantos de aquellas mujeres y los suyos; vió que su cuerpo era tan cimbreante como el de ellas, que poseían una bonita cara, una sonrisa trastornadora, y se dedicó a imitarlas.

Como era hacendosa, la patrona la tomó a su servicio y la trajo a la capital donde, al poco tiempo, fué corrompida por sus compañeras y los grandes vícios que se tienen en las capitales y el grado de libertinaje en el que son absorbidas por las metrópolis.

Fué seducida por un jovencito de esos que en los salones se dan tono con su cultura y que, con frecuencia, amanecen completamente ebrios en las casas de tolerancia. Cuando sintió que iba a ser madre, "se retiró " de la capital y volvió a la casa paterna.

A escondidas de su familia dió a luz a una preciosa niñita que arrojó enseguida al sitio en donde el río era más profundo, en un momento de incapacidad y temor a enfrentar a un padre o una sociedad que actuó de esa forma.

Después se volvió loca y según los campesinos, el arrepentimiento la hace vagar ahora por las orillas de los riachuelos buscando siempre el cadáver de su hija que no volverá a encontrar.

De entonces acá, oye el viajero a la orilla de los ríos, cuando en callada noche atraviesa el bosque, ayes quejumbrosos, desgarradores y terribles que paralizan la sangre. Es la Llorona que busca a su hija...

Esta triste leyenda que, día a día la vemos con más frecuencia que ayer, debido al crecimiento de la sociedad, de que ya no son los ríos, sino las letrinas y tanques sépticos donde el respeto por la vida ha pasado a otro plano, nos lleva a pensar que estamos obligados a educar más a nuestros hijos e hijas, para evitar lamentarnos y ser más consecuentes con lo que nos rodea.


Relato realizado por: Doña Concepción Azofeifa
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La llorona ( versión 5 )

Existen innumerables relatos a través del mundo, sobre La leyenda de la Llorona, muchos países como México, Paraguay, Venezuela, Chile, narran historias acerca de “La Llorona” y Perú no es la excepción.


Todos coinciden, en que “La LLorona”, es una mujer joven, de contextura delgada, que asesinó a su hijos, por un desengaño amoroso, obviamente las razones y las circunstancias son propias de cada país, pero hay que admitir que el caso peruano se presenta a la fecha, en distintas calles del Centro de la capital, dónde escuchar a “La LLorona”, es común, es tormentoso, lo que origina que miles de familias viven aterrorizadas y en algunos casos, ya se hayan acostumbrado a ella.

Cuenta la leyenda, que “La LLorona”, se llamó alguna vez, Carla Tuesta de Soldevilla y Rosario de los Santos, está señorita, era hija de un gran hacendado limeño, este hacendado limeño, era muy poderoso, y rico, por ello, le brindaba los mayores lujos, a su hija , la misma que después recibiría el nombre de “La LLorona”, pero ésta era más bien una muchacha muy sencilla y hermosa, cándida al extremo, llena de amor y alegría que iluminaba la vida del gran hacendado.

Aquella muchacha de mirar candoroso y lleno de ternura, al transcurrir del tiempo conoce y se enamora de un joven que por esos tiempos conoció, el mismo que desde la primera vez que se conocieron, le juró amor eterno.

No transcurrió más de 1 año, en que Carla , conociera a este muchacho y de forma inoportuna e  intempestiva,cuando fallece su padre producto de un paro cardíaco fulminante.

Ella se encontraba muy enamorada de él muchacho, por ello accedió, a que él la ayudará con los menesteres de los grandes negocios que manejaba su padre.


Los años, iban pasando, los negocios prosperaban, y cada día el muchacho que hasta ese entonces era el novio de Carla, no daba signos de formalizar su situación con ella, a pesar que ella le había dado 3 hijos, por el contrario, cambió su trato, era parco, malcriado y no demostraba ningún respeto por Carla.

El día que menos lo esperó, Carla , se despertó y pensó,para resolver el asunto, aclarar las cosas con él; pero, al ingresar al dormitorio que él tenía en la Mansión donde vivían (por que tampoco dormían juntos), lo encuentra con su amante, precisamente una mujer viuda y pudiente que fingía ser su mejor amiga.

Carla, al observar tamaña vejación, cogió lo primero que tenía a la mano y arremetió contra ellos, cogiendo una vara de metal con los que acostumbraban a cerrar las puertas y asestó dos golpes certeros , claros y precisos con ese metal a los infieles.


A partir de ahí que la hermosa chica que alguna vez fuera cándida y tierna, en un momento de locura, se volvió la peor asesina de aquellos tiempos, pués en medio de su dolor, se dirigió a la habitación de sus pequeños hijos y procedió a reventarles la cabeza y así terminar con sus vidas, ya que sentía que ellos le recordarían el engaño y la humillación de la cual fué víctima.


Pasaron pocos minutos cuando Carla, cayó en la cuenta y tomó conciencia de su actuar.Es por ello que su alma está condenada a vagar buscando a sus hijos.
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LA LLORONA ( versión 6 )

Cuenta la leyenda que en un lejano pueblo vivía una joven mujer junto con sus tres hijitos, todo iba muy bien, los niños eran muy felices y su madre los quería muchísimo. pero una noche lluviosa de invierno ocurrió algo terrible.


Aquella noche, llegó a casa el padre, quien los había abandonado tiempo atrás. Sin él, la familia era felíz y esa noche sus gritos y borracheras se volverían a notar en la casa, por no hablar de las brutales palizas que tanto los niños como la madre sufrirían. La mujer siempre había rezado para que no regresara nunca más, pero el destino quiso lo contrario.


Con su odio, el hombre tiró de un puñetazo la puerta y entró gritando y exigiendo que todos fueran a recibirlo. Los niños, espantados, se escondieron y la madre, por amor a sus hijos, se enfrentó cara a cara con su marido.

La mujer sufrió un golpe que la dejó sin sentido durante varias horas, cuando despertó, buscó a sus hijos por todos los rincones de la casa pero ni los niños ni su marido se hallaban por ninguna parte, desesperada, corrió bajo la tormenta llorando y gritando sus nombres.


Pasaron días, meses, años, muchos años...hasta que una noche murió de tristeza, nadie supo nada de los niños, nadie los vió nunca más, no aparecieron sus cuerpos o alguna señal del hombre que se los llevó.


Desde entonces se dice que su espíritu no descansa en paz y todas las noches se le oye llorar y lamentar con tristeza por los alrededores de un estero. las mujeres corren tras sus hijos para esconderlos, ya que cuentan que se los puede llevar la llorona, para volver a ser felíz.
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( versión 7 )

Es quizás una de las leyendas que mas rápido llegó al resto del mundo. La leyenda de la Llorona nace donde se fundó la ciudad de México, lo que hoy conocemos todos como DF, o Distrito Federal.


Se dice que existió una mujer indígena que tenía un romance con un caballero español. Fruto de esta pasión, nacieron tres niños, que la madre atendía siempre en forma devota.


Cuando la joven comienza a pedir que la relación sea formalizada, el caballero la esquivaba, quizás por temor al que dirán. Dicho y hecho, un tiempo después, el hombre dejó a la joven y se casó con una dama española de alta sociedad.


Cuando la mujer se enteró, dolida y totalmente desesperada, asesinó a sus tres hijos ahogándolos en un río. Luego se suicida por que claro, no soporta la culpa.

Desde ese día, se escucha el lamento lleno de dolor de la joven en el río donde esto ocurrió. Luego de que México fuera establecido, comenzó un toque de queda a las once de la noche y nadie podía salir.

Es desde entonces que dicen escuchar un lamento cerca de la plaza mayor, y que al ver por las ventanas para ver quien llamaba a sus hijos de forma desesperada, veían una mujer vestida enteramente de blanco, delgada y que se esfumaba en el lago de Texcoco.


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Como pueden comprobar, sobre una leyenda sudamericana de muchos años, pasa como con " las críticas a la vecina " se omite y añade lo que conviene o se quiere,aunque la base siempre sigue siempre siendo la misma.


Una mujer cruelmente engañada , ofendida , humillada en su más íntimo honor,la cual, despechada, en vez de sólo vengarse en el traidor,hace partícipe en su venganza a pobres inocentes y luego se arrepiente,por lo cual es condenada a vagar en el inframundo.


Más o menos, dá a entender, que amaba más al traidor y a su honor perdido que a sus hijos,está claro.Algunas mujeres aman más a sus parejas, que al fruto,carne de su carne y olvidan que ,aunque los hijos ,algunos de ellos son infames y abandonan y maltratan,hay otros que no lo hacen y son buenos, aparte de ser vida de nuestra vida, cosa que no sucede con las parejas,las cuales encontramos y si no nos interesa,rompemos la relación.

Hasta en eso son más inteligentes,afectivos,éticos y buenos los animales,de los cuales deberíamos de aprender un poco,ya que hay gente que se cree tan superior,que cree que el ser humano es el emperador de la creación y no tiene que aprender de nadie ni de nada.


En nuestros días sería un acto parecido al aborto,con la única diferencia, de que estos infantes ya estaban nacidos y criados a medias,aunque también por desgracia este tipo de crimen siguen sucediéndose por desgracia en este puñetero mundo,lleno de imbéciles,prostitutas, degenerados y desnaturalizados-as.Así que aprendan de la historia ,sean inteligentes y humildes y aprendan de lo que simbólicamente dá a entender la leyenda.



Fotos : Google, Carlos Sanz  y
http://obrajesushelguera.blogspot.com.es/





































































2 comentarios:

Anónimo dijo...

ESTIMADOS HERMANOS:
Solicito la conversion paranormal a esclavos virtuales a mis antagonistas como fieros virtuales de Villa Nueva quienes son mis impostores polares de los vórtices virtuales que me exploran esotéricamente para especularme apologalmente con mi percance improvisto de 21 años como tambien de mi madre y de mi hermano quienes son prevaricadores conmigo. Tambien de la famiia conyugal de mi ex-vecino contiguo CARLOS HUMBERTO QUEL MACHAN quienes residen en los lotes 12 y 13 de la manzana "R" del sector 5 de los claveles de residenciales San José del municipio de San José Pinula del departamento de Guatemala de mi país Guatemala de la América Central porque los tales son calumniadores profesionales y por último, de don Osvaldo y de doña Elbia residentes en lote 19 manzana "M" del sector 5 de los claveles de tal residencial porque los tales son traidores alevosos.

Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.

Nefertari40 dijo...

Estimado caballero anónimo, que no lo es, osea Don Jorge : No entiendo lo que desea explicar en el contenido de su mensaje,. No es que no entienda las palabras, que las entiendo perfectamente y sé que quieren decir, lo que no entiendo,valga la redundancia, es que quiere aclarar.
No sé si se refiere a que la leyenda la hicieron los enemigos de esta señora a la cual se refiere el artículo o bien denunciar a los que hicieron posible la desgracia de esta señora, en fin, si vuelve a leerme, le agradecería que lo aclarara, ya que me gusta ir con la justa realidad por delante,si acaso sabe más sobre este caso, me gustaría que lo comentase,pués siempre es un honor para mi, ir de abanderada por la justícia, a favor de los desfavorecidos. Un saludo.