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Colaboración con Unidad E.I.P.U.S.

Me es grato informar de la colaboración conjunta con un gran grupo de investigadores de fenómenos paranormales como es la unidad eipus,de la cual me siento orgullosa de ser amiga y de los cuales se podrán ver vídeos de su canal aquí en mi blog,de los cuales estoy suscrita a través de su canal de youtube y del que recomiendo que vean :
https://www.youtube.com/channel/UCagFN_XbuDKORF4chsGUzrw
Creo que les va a gustar esta colaboración,ya que de esta forma será un medio escrito-audiovisual.

martes, 7 de octubre de 2008

¿POSIBLES FANTASMAS EN EL AYUNTAMIENTO HISPALENSE?

Tumbas a los pies del Ayuntamiento

Las tumbas han sido halladas en el solar que ocupara el convento de San Francisco./La Plaza Nueva es uno de los centros neurálgicos de Sevilla, y las obras que allí se desarrollan para la construcción de un nuevo tranvía han descubierto que, en la puerta misma del Ayuntamiento, descansan desde hace siglos las tumbas de decenas de personas que fueron enterradas en el antiguo Convento de San Francisco. En una ciudad como Sevilla, de larga historia, no es el primer caso en el que se han hallado enterramientos en lugares hasta ahora insospechados y, de hecho, bajo la actual Diputación hispalense se encuentra un cementerio judío cuya historia ha dado lugar incluso a la leyenda urbana de que algún fantasma que otro deambula por los aparcamientos de la institución provincial.

Siempre se dice que donde hay o han habido tumbas ha habido dolor y quién sabe que más...aunque si bien es verdad que hay más "fantasmas" de clase vivales que de los muertos,mi opinión personal es que dificilmente dejen llevar una minuciosa investigación parapsicológica si es que se dá elñ caso de poltergeist etc...como en otros edificios oficiales como la diputación,parlamento andaluz...en fín seamos pacientes a ver que nuevas notícias traemos.
Más allá de la anécdota, los restos óseos que ahora han atraído la atención de numerosos sevillanos, constantemente asomados para ver el trabajo de los arqueólogos, se encuentran asociados a los muros de la iglesia del antiguo convento de San Francisco y se corresponden con enterramientos que se fueron haciendo y superponiendo desde el momento de la fundación del templo, en el siglo XII, hasta su demolición en el XIX.
Las inhumaciones más recientes, - aseguran los arqueólogos, que ya han autorizado el cubrimiento de los restos con una tela especial que permitirá que sigan descansando bajo la tierra -, han removido las anteriores, de forma que predominan los huesos dispersos y los osarios en las que están representados todos los grupos de edades: desde niños hasta adultos e incluso ancianos.
El enorme convento de San Francisco, del que procedían estos restos, fue derribado en el siglo XIX y sus restos fueron seccionados por la construcción de infraestructuras de servicios, como alcantarillas, tuberías de agua o servicios eléctricos, en la siguiente centuria, de forma que los arqueólogos sólo han podido hallar de él, en estas catas, las cimentaciones de sus muros.
La construcción del tranvía ya había proporcionado antes, sin embargo, más hallazgos de este convento: una antigua fuente del claustro, fechada en el siglo XVI y que será expuesta en el Museo de Bellas Artes de la ciudad, su capilla principal y una cripta. Aunque se presume que el complejo era de enormes dimensiones, aparejado a la obra de este metro ligero va a ir también un estudio geofísico sobre el subsuelo de la Plaza Nueva para ver cómo estaba situado este antiguo convento.
De él, actualmente sólo se mantienen en pie, y ambos muy modificados, el arquillo del Ayuntamiento, lugar donde se situaría hasta el siglo XIX el acceso al atrio del Convento, y la capilla de San Onofre, prácticamente oculta entre los edificios del siglo XX que conforman la Plaza Nueva.
No obstante, del convento también se han conservado otras valiosas obras de arte, que hoy reposan en otros lugares: una de las más famosas es el Retablo de los Vizcaínos, que preside la capilla del Sagrario de la Catedral hispalense. También destacan dos gárgolas que se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico y un retablo del siglo XVI, de mármol de Carrara, que ha llegado hasta el Pazo de San Lorenzo de Trasouto, en Galicia, después de que los condes de Altamira se lo llevaran hasta allí.
De la importancia que tuvo, además, dan una idea dos datos: fue sede de gobierno de la Custodia Hispalense de los franciscanos y la decoración de su «Claustro chico», con un conjunto de trece lienzos, fue el primer gran encargo que obtuvo, en 1645 y con apenas 28 años, uno de los pintores más universales de la Historia de Sevilla, Bartolomé Esteban Murillo.

LEYENDA DE LA CALLE HOMBRE DE PIEDRA

En el barrio de San Lorenzo, y pasando desde la calle de Santa Clara a la de Jesús del Gran Poder, discurre una calleja larga y estrecha que se llama Hombre de Piedra, porque en ella, y empotrada en una hornacina a nivel de la acera, puede verse una estatua de piedra, de borrosos relieves, que lleva ahí empotrada varios siglos. La calle se llamó desde el siglo XIII hasta el XV calle del Buen Rostro, pero en época del rey don Juan II cambió su nombre al aparecer la estatua del hombre de piedra, junto con la leyenda de su milagroso y dramático origen.
Para entender la leyenda es preciso que antes nos traslademos a la plaza del Salvador en la esquina a calle Villegas, donde encontraremos adosada al muro de la iglesia Colegial, una cruz de gran tamaño, la cruz de los Polaineros, y bajo ella una lápida, escrita en caracteres y ortografía antiguos, que dice así:
EL REY DON JUAN. LEY 11
El rey i toda persona que
topare el Santísimo Sacramento
se apee, aunque sea en el lodo
so pena de 600 maravedises
de aquel tiempo, según la loable
costumbre desta ciudad,
o que pierda la cabalgadura
y si fuera moro de catorce años arriba
que hique las rodillas
o que pierda todo lo que llevare vestido…
Por esta lápida, colocada en la iglesia del Salvador, vemos la devoción que existía en Sevilla, de ponerse de rodillas en el suelo cuando pasase el Santísimo Sacramento, aunque hubiera lodo por haber llovido; piadosa costumbre de la que no se libraba ni siquiera el rey ni los más altos caballeros, so pena de perder el caballo y pagar seiscientos maravedises de multa; y el que no tuviera caballo ni bienes, perder la ropa que llevase puesta.
Vista así, la reverencia con que se miraba al Santísimo Sacramento en tiempos pasados, volvamos a la barriada de San Lorenzo, en cuya calle Buen Rostro, había una taberna allá por los años del siglo XV.
Y sucedió que se encontraban en la taberna varios compadres, bebiendo vino, cuando se oyó venir por la dirección de la parroquia de San Lorenzo, el tintineo de una campanilla acompañado de un susurro de voces que rezaban.
Se asomaron los compadres a la puerta de la taberna, y vieron aparecer en el comienzo de la calle, un reducido grupo de personas, con velas y faroles, que iban acompañando al cura párroco, el cual llevaba en las manos y apretada contra su pecho, la cajita del Viático en la que llevaba la hostia para dar la última comunión a un enfermo.
Al ver aproximarse la comitiva, los bebedores de la taberna, aunque eran gentes poco religiosas, más dados al vino y al juego que a la piedad, interrumpieron sus conversaciones, y se aprestaron a arrodillarse un instante mientras pasaba el Sacramento. Pero uno de ellos, llamado Mateo el Rubio, que se tenía por valiente y era el matón del barrio, haciendo alarde de incredulidad para demostrar su temple ante los otros, dijo en voz alta:
- Ea, hatajo de gallinas, que os arrodilláis como mujeres, ahora veréis un hombre terne. No me arrodillaré, sino que me quedaré de pie, para siempre.
Y en efecto, permació allí para siempre, pues un trueno ensordecedor estalló sobre la calle, y sobre el impío cayó un rayo que le convirtió en piedra y le metió de pie hasta las rodillas en el suelo.








Y allí está todavía el cuerpo petrificado del pecador blasfemo, que se atrevió a desafiar a Dios.
Por este ejemplar escarmiento, la calle del Buen Rostro se llama desde entonces del Hombre de Piedra, donde aún puede verse el testimonio de aquel terrible suceso.
Nota.- Menos espectacular y maravillosa pero más real, es la interpretación arqueológica de la estatua hombre de piedra. Al parecer se trata de una estatua romana que presidió las termas que había en ese lugar, y que durante época árabe aún seguía existiendo, lo que dio nombre a unos célebres baños moros, que se llamaron “los baños de la Estatua”, y que ha sobrevivido a las diversas reformas que ha sufrido durante dos mil años el edificio en cuya fachada aún está empotrada

LEYENDA DE LA BELLA SUSONA





La Bella Susona

Esta historia sucedio en Sevilla por el siglo XIV. Por entonces los judios sufrieron una persecucion que motivo que la Autoridad Reallos protegiese, no sin ello evitar ser presa de innumerables vejaciones. Debido a esto,en algunos judios desperto un rencor que habia a convertirse en afan de venganza.Uno de esos judios fue Diego Suson, un importante judio en la sociedad sevillana, que buscaba la manera de revelarse contra el orden impuesto. Asi empezaron a celebrarse en su casa reuniones secretas para llevar a cabo la que seria la gran sublevacion judia en España.
Este judio tenia una hija de extraordinaria belleza a la que por esta se la conocia en toda sevilla como " la fermosa fembra". Y ella engreida por tal fama, llego a hacerse ilusiones de alcanzar un alto puesto en la sociedad. A espaldas de su padre se dejaba cortejar por un caballero cristiano de uno de los mas ilustres linajes de Sevilla.

La bella Susona se veia a escondidas con el caballero y pronto paso a ser su amante
Cierto dia cuando Susona estaba en su habitacion esperando a que su amante llegase, mientras que el resto de su familia la daban por dormida, escucho la reunion en su casa de los judios conjurados. Estaban ultimando los planes de la sublevacion. En ella escucho que entre sus planes estaba el matar a todo caballero cristiano y a la gente principal de la ciudad.
Al escuchar esto, Susona entendio que su amante seria uno de los primeros en ser asesinado, al ser uno de los principales caballeros de la sociedad hispalense.
Una vez terminada la reunion Susona huyo a ver a su amado, y alli le conto lo que habia oido en la reunion de su casa. Inmediatamente el caballero acudio a casa del Asistente de la Ciudad para indicarle la informacion que le habia pasado Susona.
Tras esto, el Asistente mando apresar a los conspiradores que pasados unos dias terminaron condenados a muerte en la horca, en uno de los muchos lugares de Sevilla que han sido escenarios de ejecuciones publicas.
El mismo dia de la ejecucion Susona , atormentada por los remordimientos, puesto que la culpa de la muerte de su padre era suya, acudio a la Catedral pidiendo confesion. El Arcipestre la bautizo y le dio la absolucion aconsejandole que se retirase a hacer penitencia en un convento.
Asi lo hizo y alli permanecio varios años hasta que sintio su espiritu tranquilo.

Cuando murio Susona, al abrir su testamento encontraron una clausula que decia: " Y para que sirva de ejemplo a las jovenes y en testimonio de mi desdicha mando que cuando haya muerto, separen mi cabeza de mi cuerpo, y la pongan sujeta en un clavo sobre la puerta de mi casa y quede alli para siempre jamas"

Este mandato fue cumplido, y alli quedo la cabeza de Susona hasta mediados del siglo XVII. Esta casa esta en el barrio de Santa Cruz de Sevilla y dio nombre a la calle en la que se encuentra. En un primer momento, y hasta el siglo XIX se llamaba calle Muerte, en contraposicion a la calle Vida, con la que en un tramo discurre paralela. Tras el siglo XIX y hasta nuestro dias este nombre fue cambiado se llama Susona.
Aunque os pueda parecer mentira esta historia es real, ir al barrio de Santa Cruz, en una de las calles que salen de la Plaza de Doña Elvira, esta la calle llamada Susona.
Pero, no solo eso, tambien en una casa, existe un azulejo que recuerda donde vivia y tambien recuerda el deseo de la señora...
Este es el azulejo, a falta de la cabeza:

lunes, 6 de octubre de 2008

EFEMÉRIDES SEVILLANAS : DIEGO CORRIENTES

Diego Corrientes Mateos

Diego Corrientes Mateos, bandolero español del siglo XVIII. Nació en Utrera, provincia de Sevilla, el 20 de agosto de 1757 y murió ahorcado en la misma ciudad en 1781. Se convirtió en una leyenda popular debido a su generosidad con los más pobres.
nació el 20 de agosto de 1757 en la localidad sevillana de Utrera. Con el tiempo se convertiría en uno de los bandoleros más famosos de toda Andalucía, que sería protagonista de numerosos romances que lo auparon a la categoría de héroe popular.






En ningún momento de su historial llegó a matar a nadie. Se caracterizó por ser salteador de caminos, amante de doncellas y generoso con los más desfavorecidos. Todo propició que se contaran historias sobre él que cautivaron al pueblo llano.



Diego Corrientes inició sus correrías allá por el año 1778, siendo su zona de actividad las provincias de Sevilla y Badajoz.



La clave de su éxito se basó básicamente en su habilidad para burlar a sus perseguidores. Primeramente se ganaba la simpatía de aquellos que vivían en los cortijos situados en las zonas en las que él tenía previsto actuar. De esta manera Diego, se aseguraba siempre la ruta de huida con caballos frescos cada vez que era perseguido. Simplemente tenía que ganar algo de distancia y cambiar los caballos por unos más frescos, mientras sus perseguidores desfogaban sus monturas.



Debido a la popularidad que iba alcanzando entre la población, el Gobernador de Sevilla, Don Francisco de Bruma y Ahumada, pone en el 1780 todos los medios disponibles para la captura del famoso bandolero. Más aún después de haber sido humillado por éste en un lugar cerca de Utrera conocido como La Torre. En dicho lugar, Diego Corrientes le salió al paso mientras paseaba en su carruaje. Habiendo sorprendido a su presa, Diego colocó su bota izquierda en la ventanilla del carruaje obligando al gobernador a que se la abrochara.



Con el tiempo toda su partida de bandoleros van siendo apresados poco a poco y ejecutados en Sevilla. Diego se ve obligado a huir a Portugal, y hasta allí le persigue el humillado gobernador de Sevilla al frente de 20 alguaciles y una compañía de infantería portuguesa al mando del capitán Arias. Tras una brava resistencia ante sus captores y debido a la falta de munición, Diego es apresado y trasladado a Sevilla, donde es juzgado y condenado a ser arrastrado hasta el patíbulo donde sería ahorcado. Y tras su muerte que cuerpo fue descuartizado y expuestos sus miembros y cabeza en los caminos para que sirvieran de escarmiento.



Fue ejecutado el 30 de marzo, festividad de Viernes Santo de 1781 a la edad de 24 años. Tras su ejecución, que tuvo lugar en la plaza San Francisco de Sevilla, su cuerpo se trasladó a la Mesa Real, cerca del puerto de Carmona.



La Mesa Real se trataba de una construcción plana donde los reos eran degollados, dicha construcción fue destruida hasta 1932.

Diego Corrientes fue descuartizado y sus miembros colgados de ganchos y repartidos por toda la ciudad a modo de escarmiento. Su cabeza fue expuesta en una jaula en el lugar donde obligó a Francisco de Bruna a abrocharle la bota.



Este tipo de actos que parecen sacados de películas de terror, eran sin embargo la norma habitual de la época, máxime cuando estaban refrendados por la iglesia, la cual aconsejaba presenciar sus ajusticiamientos como ‘‘actos de caridad’’.



Hay una leyenda que cuenta que una dama de noble linaje llegó a la ciudad de Sevilla, haciéndose pasar por la Marquesa de Becerril. Segun decía, era hija del monarca Felipe V.

Por ser eso cierto y teniendo en cuenta que Diego Corrientes era su nieto, se podría afirmar que por sus venas corría sangre real.



El 17 de junio de 1999, un artículo aparecido en El Correo de Andalucía y firmado por el jurista José Santos Torres confirmaba la irregularidades sufridas en la extradición de Diego Corrientes por parte de la Justicia portuguesa.

Pero como en tantas ocasiones a lo largo de la Historia, el Poder manda sobre la Justicia y el poder de Francisco de Bruna era tan grande como el odio que sentía hacia Diego Corrientes.

(2º version )


El rey Carlos III, por medio del juez Francisco de Bruna y Ahumada, ordena, en 1780 su captura, ofreciendo cien piezas de oro a quien lo entregara vivo o muerto. Ese mismo año huye a Portugal por el acoso constante de las autoridades y allí es apresado por el gobernador de Sevilla y una compañía portuguesa al mando del capitán Arias. Poco tiempo después se le traslada a Sevilla donde es juzgado y condenado a morir en la horca. Posteriormente su cadaver fue descuartizado como era costumbre, enviándose partes de su cuerpo a cada una de las provincias en las que había actuado. Su cabeza quedó en Sevilla para dias más tarde recibir sepultura en la iglesia de San Roque donde apareció a finales del siglo XX, durante unas operaciones de restauración del templo, con un garfio clavado en el craneo, como se solía hacer con las cabezas de los ajusticiados. En 1999 se publica un artículo firmado por un jurista español denunciando las irregularidades en el proceso de extradición del bandolero a España por parte de las autoridades portuguesas.

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Corrientes_Mateos"
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plaza nueva en 1880



derribo de la iglesia de san miguel en 1868, situada en plaza del duque junto a calle amor de dios (alli se casaron diego velazquez y juana pacheco el 23 de abril de 1618; francisco pacheco (suegro de velazquez) fue enterrado alli en 1644)
tambien se perdieron los restos de americo vespuccio casado con la sevillana maria cerezo
Construcción del puente de San Juan, puede apreciarse el río aún sin cegar, y en primer término el tranvia que comunicaba esta localidad con la ciudad
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CASO EN PARQUE PÚBLICO INFANTIL DE TOMARES

CASOS EN PARQUES PÚBLICOS DE TOMARES:

Los habitantes de una localidad andaluza han comenzado a temer a un león de madera que se encuentra en un área de juegos infantiles.

La historia comenzó en Tomares, cerca de Sevilla, donde al parecer un león de madera montado sobre un gran muelle, en vez de ser cabalgado por los niños que visitan el área de juegos en dónde se encuentra la figura se ha convertido ni más ni menos que en la montura del conquistador Hernán Cortes, enterrado a pocos kilómetros del lugar. Los rumores comenzaron a raíz de la inquietante tendencia de esta figura a oscilar violentamente a un lado y otro a pesar de que no haya nadie en las proximidades. Desde círculos oficiales se achaca el inquietante movimiento al paso de vehículo por una carretera cercana, lo cual generaría una corriente de aire que sería la responsable del fenómeno.

Desde hace semanas, cierto número de curiosos ha acudido al lugar para observar al inquieto león, una de las atracciones con las que está equipado un parque infantil recientemente construido. Otra de las teorías más extendidas en Tomares es que la figura se encuentra encantada por los espíritus de los republicanos fusilados en la localidad durante la Guerra Civil. La concejala de medio ambiente Cristina Pérez ha declarado: "Es un efecto de bola de nieve. Alguien dice lo que a él le parece y la historia se extiende hasta ser dada por verdadera".
En el lugar unos dicen que hubo un cementerio y que sobre él se ha construido dicho lugar un parque público, otros hablan de lugar de fusilamientos y otros de suicidios en la zona. La verdad es que consultando los mapas de la zona y el archivo histórico no parece que ninguna de estas opciones tengan demasiada credibilidad pese que en las cercanias en otros tiempos si pudo haber sucedido algun hecho necrológico. El caso no obstante guarda muchos paralelismo con la expectación social que creó el famoso caso de los fantasmas del cine Fantasio de Sevilla, en cuanto a la participación y especulación del público que se refiere.
Rafael Cabello y José Manuel García,han estado investigando profundamente el caso desde el 24 de abril ante la expectación de los habitantes de esta localidad pero no han encontrado pruebas que avalen la existencia de poltergeist o fantasmas en dicho parque.
Se realizaron varias pruebas psicofónicas en diferentes días sin resultados positivos. Se hicieron numerosas fotografías del caballito de juguete pero en ninguna se da nada especial pese a usar diferentes tipos de película y en las pruebas térmicas y magnéticas, todo resultó normal, en visitas diurnas y nocturnas hemos comprobado el inequívoco movimiento del caballito pero... ¿ante qué nos encontramos? En inspección directa en el caballito se puede apreciar como él , bascula sobre un gran resorte de muelle central que impulsa el movimiento del mismo. El caballito puede efectuar su movimiento debido a una descompensación en el juguete ,en sus ejes y por la cabeza del caballo que en determinados momentos podría actuar en ante rachas de viento e incluso como contrapeso de la estructura. Evidentemente es una alternativa más que posible ante una opción paranormal que únicamente parece ser la diversión de un pueblo que goza con este hecho no paranormal y sí muy anormal.
La alarma social se halla extendida en Tomares y localidades limítrofes y no es extraño ver como muchos se acercaban al lugar a observar el espectral movimiento del caballito. Evidentemente se mueve, se mueve sin que nadie o nada lo impulse y ese movimiento es lo suficientemente evidente como para además de buscar alternativas lógicas a dicho movimiento siempre nos quede la opción de pensar en la real posesión del CABALLITO ENCANTADO de Tomares.

Se rumorea igualmente que el alcalde va a solicitar los servicios de un médium para exorcizar a la figura rebelde, lo cual ha sido categóricamente desmentido.

Akasico (17-05-2001)

EL MILAGRO DE SAN JUAN DE LA PALMA

 SAN JUAN DE LA PALMA


La hermandad consta de dos pasos:



Nuestro Padre Jesús del Silencio en el desprecio de Herodes.


Ntra Sra de la Amargura.

Amargura



Hermandad de “La Amargura”: Fundada a finales del siglo XVII como hermandad de penitencia, en la parroquia de San Julián. Es conocida también como “El Silencio Blanco”. En 1893 se incendió el paso de palio, pero se pudieron salvar las imágenes.En 1724 se trasladó a San Juan de la Palma.






En la guerra civil,hubo que ponerla a salvo y la escondieron en un cajón.


La Virgen de la Amargura fué la primera dolorosa sevillana en ser coronada canónicamente en 1954.Aunque el templo es actualmente conocido por el de San Juan de la Palma, su verdadera advocación es el de San Juan Bautista.


Este sobrenombre lo recibe a partir de una curiosa historia. (Hay que aclarar que el lugar que hoy ocupa la plaza constituía el antiguo cementerio de la Parroquia).


Ortíz de Zuñiga nos cuenta en sus anales la leyenda que hay detrás de esta denominación popular: “En años pasados, cuando hubo en Sevilla muchos herejes, predicó en esta Iglesia un fraile de San Francisco, el cual dijo que nadie delinquiere contra la fe, porque las paredes tenían ojos y oídos  (cosa,la cual tenía razón, aunque fuera simbólica)..


La noche siguiente, en punto de las doce, un hereje que oyó este sermón , haciendo burla de lo que el predicador había dicho, se llegó a la palmera situada en el centro del antiguo cementerio de la Parroquia   (hoy plaza de San Juan de la Palma),de ahí el sobrenombre "de la Palma"  a la Iglesia,  y le dijo :


- Palma, la Madre de Dios no quedó Virgen después del parto. Al día siguiente se presentó en el tribunal de la Inquisición un anciano que denunció al hereje, al cual ,gracias a este señor, prendieron los señores inquisidores y le tomaron su confesión pero éste negó. Mandó la inquisición registrar la casa del denunciante para encontrar pruebas de su herejía y dieron allí con un joven que era nieto de éste.


Por las descripciones el joven les dijo que se trataba de su abuelo, pero que éste llevaba muerto 80 años, y que estaba sepultado al pie de la palma del cementerio de San Juan. Volvieron a detener al hereje y le contaron el milagro de Dios, que había permitido que se levantara un muerto para castigar su pecado”.
 El hereje, comentó  arrepentido, que comprendía que se había producido el milagro, que hasta un muerto y encima su propio abuelo,se había levantado de la tumba para denunciar la herejía...
 La Inquisición , no eran gente con la que precisamente se pudiera bromear , pués en el mejor de los casos , te quitaban tus bienes y acababas en una celda, con toda seguridad torturado y en el caso más extremo, quemado vivo.


No es plausible, que estos señores del siglo XVI se anduvieran con tonterias inventándose historia de" muertos vivientes" y encima rubricar el hecho con una placa en la Iglesia, luego estamos ante una constatación de un milagro, precisamente con el sello de la mas feroz y radical autoridad eclesiastica de la época cuyas oficinas estaban en el Castillo de San Jorge.

La historia en si,fué verídica y es por ello que hay constancia con la placa.



Por otro lado se comenta que el traslado de la Hermandad de la Amargura desde San Julian ,donde se encontraba la Hermandad, fué porque la Hermandad en sí, no tenia muy buenas relaciones con el párroco, cosa no precisamente rara ,ya que el 24 de marzo de 1724 interrumpio éste, en un Cabildo , expulsando a los hermanos , por lo que se trasladaron a la Iglesia de Santa Lucia donde se acordó el histórico traslado a San Juan de la Palma.-
Hubo una oposición por parte  de un mayordomo,Juan Millán de la hermandad ,que era tabernero , en cuyo establecimiento se exponian la imagenes secundarias del paso de Misterio,y tenia almacenadas durante todo el año a la vez que expuestas en su establecimiento llamado "Herodes" , como parte de la decoración .algo parecido a un Munarco prehistórico) .

Su oposición al traslado era por razones puramente crematísticas, ( las imágenes secundarias formaban parte del  "reclamo" de la taberna ) , siendo el motivo real del referido traslado como decía al princípio por la desavenencias entre Hermandad - Parroquia . El señor Millán llegó incluso a pleitear con su propia hermandad , para oponerse al mismo ;pero por las razones distintas y expuestas ; pleito que perdió . y cuya sentencia se dió a conocer en de Junta de 30 de Noviembre de 1724. Esto no fué una leyenda, fué un pleito de intereses dentro de la historia de una hermandad .



Curiosidades:



Los pasos de la hermandad no salen con el himno nacional, sino con las marchas "Silencio blanco" el Cristo y "Amarguras" la Virgen.


LLamador del Misterio. En forma de pseudo dragón marino.



LLamador del Palio. También en forma animal,que asemeja a una cabeza de águila con cuerpo extraño.


Fuentes:

http://sevillamisteriosyleyendas.blogspot.com.es/2010/03/san-juan-de-la-palma_14.html

http://cofrades.pasionensevilla.tv/profiles/blogs/abriendo-el-baul-de-los

http://elblogdellilu.blogspot.com.es/2012/03/postales-curiosas-y-4.html

http://semanasantamurcia.mforos.com/61474/4716773-fotos-antiguas-o-curiosas/?pag=20
http://es.wikipedia.org/wiki/Hermandad_de_La_Amargura_(Sevilla)

Julio Arjona.

ESPÍRITUS EN LA FERIA DE ABRIL SEVILLANA

Este fenómeno por ser extraño,no deja de ser jocoso,ya que nadie se imagina al "típico fantasma" bebiendo una copita como todo hijo de vecino,entre tanto "fantasma de carne y hueso".Pués sí señores...debe ser que nuestro amado San Pedro no deja que nadie ponga un bar en el paraíso y por eso este señor tuvo que venir aquí a probar de nuevo,ahí va la historia:


Se cuenta que en la feria ya no se cabía debido a la afluencia de turistas y visitantes, todo ello sumado al festivalero espíritu sevillano, que se decide trasladar su ubicación del tétrico enclave del Prado de San Sebastián (antiguo quemadero de la inquisición),al barrio de Los Remedios, era el año 1973.


Las calles del “Real de la Feria” tomarían los nombre de ilustres toreros sevillanos y la noche sería adornada por miles de bombillas abrazadas a un farolillo que llenaría de luz y color las calles de amarillo albero del recinto.


En ella se han vivido todo tipo de anécdotas, historias, pasiones y andanzas. Una de ellas nos ubica en la década de los 90, en los albores del siglo XX Sevilla seguía su feria, y en ella un vigilante de seguridad de la calle Ignacio Sánchez Mejías, llegadas altas horas de la madrugada, se dispuso a echar los toldos de la “caseta”. En el interior no quedaba nadie, nadie salvo él.


La feria seguía su curso y al cerrar la “caseta” a la noche siguiente, sobre las cinco de la mañana del primer día oficial de feria ,hizo irrupción en el interior de la misma un personaje misterioso.
Vestía de corto,en su chaquetilla azabache destacaba un clavel reventón rojo sangre en la solapa y sombrero cordobés.
Con andar firme, sereno y poco dubitativo entró hasta la barra del bar, allí, cogió una botella de vino “fino” ,el hecho ya era chocante para nuestro vigilante de seguridad pero que no se decantara por la emergente “manzanilla”, fué un detalle que no le pasó inadvertido.


Aquella persona, elegante pero a la vez desarbolada, se sirvió esa copa, le dio un sorbo y dejando media medida de aquel oro líquido de otras épocas abandonó el local. Nuestro vigilante creía que se debía tratar de algún socio de la “caseta” o alguna persona con cierta familiaridad, sobre todo por la forma de comportarse, y no le concedió mayor importancia.


A la noche siguiente,volvió a repetir la misma actuación y se marchó… La situación comenzó a molestar al vigilante cuando comprobó que la “lazada” del toldo estaba tal y como él la había dejado al cerrar la “caseta”, era como si aquel individuo entrara subiendo el toldo o “atravesándolo”. Como en Sevilla se dice, “mosqueao” por tanta permisividad que estaba teniendo él mismo con aquel perfecto extraño la tercera noche se dispuso a hablar con aquel bebedor a deshoras de la “caseta” y aquella tercera noche revisó todo para saber como entraba y por donde se iba. Al filo de las cinco de la mañana, aquel personaje de corto y clavel reventón entraba en la “caseta” y se “despachaba” una copa de luminoso “fino”. El vigilante le espetó:


-  “¿No ha tenido usted noche para beber hombre de Dios? Hay que ver que todas las noches me usted el susto” Aquella persona lo miró de reojo y no articuló palabra. El vigilante enfadado le recriminó: “¿No va a decir nada? ¡Lo que faltaba! A ver, ¿quién es usted?”

y el sombrío personaje giro su cuerpo apoyado sobre sus talones para decirle:

- “Me llamo (omitimos el nombre) y tengo más derecho que nadie a estar aquí y tomarme esta copa a solas y como quiera, sepa que soy socio fundador de la “caseta” y que no encuentro nada malo en reencontrame con el sabor de esta copa pese a las horas o al tiempo”.


Fué tal la contundencia en su respuesta que el vigilante poco menos que se disculpó y lo dejó sólo en la barra. En la puerta, viendo como la noche se cerraba en el Real y la feria daba paso al descanso de pocas horas para volver a resurgir al despuntar al alba, echó en falta la salida del locuaz bebedor, entró hasta la barra y no había ni rastro de aquel personaje, solo una botella de “fino” y una copa a medio llenar sobre la barra. “Habrá salido sin darme cuenta” pensó el sorprendido vigilante.


Al día siguiente decidió, en la tarde, comentarle el suceso al jefe del bar, el cual le comentó que él no sabía quién era ya que él sólo llevaba la barra que la tenía contratada en la “caseta”. Sin embargo la oportuna presencia del presidente en la misma le hizo comentarle el suceso. Éste quedó sorprendido por la desfachatez de la gente y le preguntó:

- “¿Y sabes como se llama?”

- “Si”

Respondió el vigilante mientras le decía el nombre de aquel personaje, la situación cambió cuando la cara alegre y sonrosada del presidente se volvió lívida y debió buscar una silla para sentarse:

- “No puede ser, no puede ser, ¿estás seguro? ¿No será una broma? No puede ser”.

Asustado un poco  nuestro vigilante insistió en las razones para tal reacción y aquel cariacontecido señor sacó de la cartera una foto de feria, en ella había tres personas, tres amigos, tres feriantes, de todos ellos destacaba el de la derecha, el único que estaba ataviado de corto, con chaqueta negra azabache y clavel reventón rojo en la solapa, con sombrero cordobés sobre una cabeza en la que se deducían amplias entradas y algún diente de menos que aquella sonrisa bonachona le dedicaba a la cámara que inmortalizaba aquel momento.


- “¿Lo reconoces en esta foto? ¿Está aquí?”

Le preguntaba mientras sostenía en sus manos aquella añeja fotografía.

- “Si, claro, es este señor del lado, vaya, veo que lo conoce, discúlpeme, creí que era un gorrón pero veo que lo que me contó era cierto… Es que su cara no me sonaba”

Espetaba el guardia de seguridad tratándose de disculpar sin morder la mano que abonaba su estar en la “caseta”. El presidente le dijo:

- “Muchacho, debes saber algo… Creo lo que me dices, sé que eres honrado y no mientes, pero esta persona es imposible que venga a la feria o a cualquier otro sitio por que esta persona murió hace cuatro años en un accidente cuando regresaba de la feria, esta foto es de las últimas que se hizo…”



Aquello dejó un ambiente de intranquilidad y ciertos nervios… Si aquella persona había fallecido aquel individuo desarbolado que entraba por las noches debía ser una aparición de un espíritu inquieto al que le quedó algo por hacer…
Aquella noche presidente y vigilante esperaron al pertinaz y familiar bebedor, pero aquella noche no apareció, habían pasado ya las cinco de la mañana y no lo habían visto.


Decidieron entrar dentro de la “caseta” y en la barra del bar, sobre el mostrador, había algo que les inquietó y llenó de asombro, sobre él  destacaba una solitaria botella de “fino” y una copa a medio llenar o a medio beber…a su lado un marchito clavel reventón rojo… Mudo recuerdo de una visita a deshoras y de una despedida definitiva.
No se debe olvidar,que en el Prado de San Sebastián (donde antes estaba ubicada la feria...)
fué quemadero de la Inquisición y además había un cementerio,el de "Los pobres",donde se contaban muchas apariciones y aparecidos.
Si en realidad se investigasen estos fenómenos nos encontraríamos con muchas sorpresas.

Por: Jose Manuel García Bautista
Recopilación y arreglos : yo.
Fuente:http://revistavocesdelmisterio.wordpress.com/2013/04/18/8402/

VIDENCIA: EL CASO BLANQUET

EL CASO BLANQUET





Foto en el barco camino rumbo a América 1919 José de corbata junto a Blanquet,el"almendro" e Isidro Martín Flores

Enrique Belenguer,más conocido por Blanquet,fué peón de briega en la cuadrilla de Joselito "el gallo",que la tarde de la muerte del matador estaba muy inquieto y decía percibir un inteso olor a cera.La cosa había sido una simple anécdota si no fuera porque,un año después,Blanquet entra en la cuadrilla de ManuelGranero y la historia se repite:huele a cera en la plaza de las ventas de Madrid,sus compañeros se temen lo peor y así fué,el diestro muere empitonado.

Blanquet se retira,hasta que es requerido por el famoso matador Ignacio Sánchez Mejías,una tarde en la Maestranza sevillana,el peón vuelve a oler la cera,pero el matador terminó la faena sano y salvo.
-"Esta vez te haz equivocado"
Le dijeron sus compañeros,pero fué el propio Blanquet quien falleció ese mismo día de un infarto.El hombre había olido su propio fin.
(otra version más...)
Como es bien sabido, hay animales que presienten la muerte en los seres humanos. Es muy conocido el caso de perros que aúllan largamente cuando alguien cercano a ellos muere o está en trance de morir. Este hecho de presagiar la muerte se da también en algunas personas que -dicen- se manifiesta al percibir un fuerte olor a cera derretida.

Enrique Berenguer “Blanquet” (Valencia, 1881) ha sido, a decir de los estudiosos del tema, el mejor banderillero-peón de confianza-lidiador que ha habido en el toreo. Estuvo en la cuadrilla del célebre matador José Gómez Ortega “Gallito Chico”, más conocido como “Joselito El Gallo”, (Gelves, 1895), desde que éste tomó la alternativa en Sevilla en 1912 de manos de su hermano Rafael “El Gallo” (1882-1960). Joselito formó a Juan Belmonte (1892-1962), conocido como “El pasmo de Triana”, una pareja única en “La Fiesta”; amigos en la calle y rivales en la plaza, elevaron el toreo a cotas jamás alcanzadas, lo que dio origen a la llamada “Edad de Oro del Toreo”. La afición taurina de toda España se dividió en dos bandos irreconciliables: gallistas y belmontistas. Un triste día en Talavera de la Reina acabó con todo.


El domingo 16 de mayo de 1920 Joselito y Belmonte estaban anunciados para torear en Madrid. Por una serie de coincidencias, que a la postre resultaron fatales, ambos rescindieron amistosamente el contrato con la empresa de esta plaza y José, que tenía mucho interés en torear en la plaza de Talavera de la Reina por haberla inaugurado en 1890 su padre, Fernando Gómez “El Gallo” (1847-1897), contrató a última hora con la empresa de esta plaza toledana la corrida que se iba a celebrar el nombrado 16 de mayo. Se anunciaron seis toros de la Viuda de Ortega para Joselito y su cuñado Ignacio Sánchez Mejías (1881-1934), el torero poeta, el aglutinador de la famosa “Generación del 27”.


El día de la corrida amaneció radiante y los gallistas de la comarca se las prometían muy felices.
Cuando estaban los toreros en el patio de cuadrillas dispuestos a cumplir con uno de los ritos del toreo, “el paseíllo”, Blanquet percibió un fuerte olor a cera derretida.
La corrida transcurrió sin sobresaltos en sus cuatro primeros toros. En quinto lugar salió “Bailaor”, que, según el célebre periodista taurino madrileño Gregorio Corrochano –único revistero, según sus propias palabras, que se encontraba en la plaza- era un toro negro, cornicorto, cornidelantero, terciado y burriciego, que es un defecto que tienen los toros en la vista por el que ven bien de lejos pero no de cerca.
Al empezar la faena el toro estaba pendiente de Blanquet, que estaba en el callejón, por lo que José le gritó:”Enrique, tápate, que el toro está contigo”.

 Después de unos pases de tanteo el matador se alejó del toro para componer la muleta, momento en que el astado se arrancó contra él. José le dio salida con la muleta cómo siempre se hace en estos casos, pero el toro, por el defecto antes apuntado de no ver de cerca, siguió recta la embestida, dándole una certera cornada en el abdomen que le sacó la masa intestinal, lo que le produjo un fuerte shock traumático con parada cardiorrespiratoria. Se intentó su reanimación inyectándole alcohol alcanforado, pero todo fue inútil. A los cinco minutos, en la enfermería de la plaza, expiraba el genial torero.
La conmoción social que causó esta muerte fue enorme. Al traslado de los restos hasta la estación de Atocha en Madrid, y al posterior entierro en Sevilla, asistieron decenas de miles de personas, y hasta la célebre Virgen Macarena, de la que el difunto era gran devoto, amaneció ese día con un vestido negro, de luto. Si la impresión que este hecho causó en la sociedad española fue enorme, en los miembros de su cuadrilla fue mucho mayor.


Aquel mismo año de 1920 irrumpió con gran fuerza en el toreo un joven novillero valenciano, de 18 años, llamado Manuel Granero, que recibió la alternativa en septiembre de ese mismo año en Sevilla de manos de Rafael “El Gallo”.
Granero, excepcional torero, hizo una temporada de 1921 brillantísima, viendo en él los aficionados al sucesor del llorado Joselito, en grandísima parte debido a los méritos del torero valenciano, pero también influía el deseo de la afición de encontrar a quien pudiese llenar el gran hueco que la muerte del genial torero de Gelves había dejado en la Fiesta. Blanquet, en 1922, se enroló en su cuadrilla.

El domingo 7 de mayo de 1922 se anunció en Madrid una corrida en la que se lidiarían tres toros del marqués de Albaserrada y otros tres del duque de Veragua, para Juan Luis de la Rosa, torero gitano, de Jerez, que en aquel momento brillaba su toreo artístico con una fuerza extraordinaria, Manolo Granero, y un joven madrileño, Marcial Lalanda, que confirmaba la alternativa, y del que se empezaba a hablar mucho y bien.

La corrida levantó una gran expectación y tres días antes del festejo se acabaron las localidades. En el patio de cuadrillas, momentos antes de paseíllo, Blanquet, por segunda vez en su vida, olió a cera. Esto le produjo una gran angustia, miró a su alrededor y vio a Juan Luis de la Rosa que tenía la cara descompuesta. (Quizás las personas de etnia gitana perciben mejor hechos así). Se acercó Blanquet y la dijo: “Juan Luis, tú también hueles”. Y éste le contestó: “Sí. Y sale de tu jefe”.


La corrida transcurrió sin sobresaltos en los cuatro primeros toros, al igual que había pasado en Talavera. El quinto, de Veragua, de nombre Pocapena, era cárdeno bragao, buen mozo y astifino.
Granero empezó la faena a este toro junto a las tablas y al segundo o tercer muletazo recibió una cornada en el muslo (que después se vio en la autopsia que era mínima), cayendo contra las el callejón; allí el toro hizo por él, tirándole todo tipo de derrotes, dándole una espantosa cornada en la que el pitón le entró por el ojo derecho, con una trayectoria hacia abajo que le destrozó la laringe y el maxilar inferior y otra hacia arriba que le arrancó toda la parte derecha del cráneo.



La impresión general fue inenarrable. Y la que causó en Blanquet desastrosa, que vio cómo en dos años menos nueve días, sus dos jefes, grandes figuras del toreo, morían trágicamente en el ruedo. Decidió retirarse de los toros.
Así estuvo hasta que en 1926 Ignacio Sánchez Mejías -¡quién si no!- consiguió convencerlo para enrolarlo en su cuadrilla.
El 15 de agosto de ese año Ignacio fue contratado para torear en Sevilla una corrida de la que no tengo más referencias. Y por tercera vez, momentos antes del paseíllo, Blanquet volvió a oler a cera.
La corrida se desarrolló entera sin ningún incidente. Al término de la misma, Ignacio y los suyos salieron a toda prisa de la plaza, vestidos de torero porque no les daba tiempo a cambiarse, para coger el tren expreso en la cercana estación de Plaza de Armas ya que al día siguiente toreaban en Ciudad Real. Ignacio le preguntó a su banderillero por qué había estado tan descompuesto toda la tarde y éste le contó brevemente la historia.

Al subirse en el tren, antes de llegar al departamento donde se iban a cambiar el vestido de torear, Blanquet se sintió mareado y cayó al suelo. Lo llevaron a la cercana casa de socorro de la calle Trajano y el tren, con el resto de la cuadrilla, partió sin él. Al llegar los toreros a Ciudad Real se encontraron en el hotel un telegrama con la triste noticia de que el infortunado Blanquet había fallecido de un infarto de miocardio. Es decir, que en este caso lo que presintió fue su propia muerte.
Ignacio dispuso que el cadáver fuese trasladado a Valencia corriendo él con todos los gastos y con los del entierro.


Hasta donde llega la realidad de esta historia y dónde empieza la fantasía, si es que la hay, es imposible de saber. Lo he oído contar y lo he leído en publicaciones taurinas. El célebre escritor americano ERNEST HEMINGWAI, premio Nobel de literatura en 1954, refiere lo que narro más arriba de la muerte de Granero en la plaza de Madrid en su novela “Por quién doblan las campanas”, aunque da un cartel erróneo.
Todos los datos objetivos, como nombres de ganaderías, de toreros, de toros, fechas o plazas, han sido debidamente contrastados, fundamentalmente en la monumental enciclopedia taurina “Los Toros”, de José Mª de Cossío.